viernes, 23 de diciembre de 2011

Pablo Neruda; mi poema favorito


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ocasión especial


Un suspiro.
Un suspiro y me siento relajada. Miro alrededor; mi grupo me mira como si de mi dependise empezar el concierto.
El concierto.
El local está lleno de chicos y chicas jóvenes, deseando oír nuestra música. Los gritos ensornecedores, apenas los oigo. Sólo pienso en que no me fallen las piernas y caiga redonde sobre el escenario. Que no me equivoque en la letra, que no falle ni una nota.
Esta noche es mi noche. Nuestra noche.
Habíamos esperado durante años a que por fin consiguiésemos nuestro primer concierto y finalmente, lo conseguimos. Casi no nos lo creíamos cuando después de una de nuestras actuaciones ante familiares y amigos un ángel de la guardia ataviado con un caro traje gris oscuro, combinado con su corbata rojo carmesí, se acercó a nosotros y empezó a hablarnos con palabras que emanaban éxito, fama y dinero. Me quedé con tres palabras "Confío en vosotros."
Y eso había hecho durante los siguientes meses hasta vernos aquí, preparados para salir ofrecer un buen espectáculo.
Todo eso pasa por mi cabeza en el instante antes en el que me decido a no atenuar más la espera e indico al resto del grupo la señal de que era el momento.
Los gritos de nuestros admiradores se hacen palpables conforme salto al escenario y me pongo frente al micrófono.
Esta noche es mi noche. Nuestra noche.

martes, 20 de diciembre de 2011

Luces de Navidad




Conforme se acerca Diciembre, el ambiente se torna cada vez más claro, más íntimo.
El ambiente  ideal para reunirse con la familia, con amigos...Es Navidad.
Pero también es tiempo de recordar. Es cuando la nostalgia te arropa entre sus alas de metal y no te deja escapar hasta que de tus ojos brote una lágrima. Una lágrima de tristeza, de desesperación. De saber que no volverás a ver a aquella persona que ha decidido dejarte indefens@ en el diablo mundo; o que volverás a verla como cada día sin que él o ella se percate de tu existencia.
La Navidad es el tiempo más maravilloso del año. O por lo menos eso dicen.
Ella no lo decía.
Ella año tras año había acudido fielmente a la fiesta de Navidad que se celebraba en su casa y año tras año había deseado que terminase. De nada le valía a ella ponerse el vestido más hermono, de satén azul, de gasa rosa...Ni el andar cual dama entre los invitados, paseando con gracia sobre sus zapatos de leve tacón...de nada. Al final de la noche se quedaba sentada en un rincón del salón, mientras los invitados bailaban en parejas al son de la canción que el cuarteto de cuerda tocaba; ese sonido que ella percibía tan lejano.
Permanecía sentada, mirando las luces que brillaban, iluminando el abeto cuidadosamente decorado con bolas plateadas y rojas, figuras de querubines y tiras de espumillón, como cada año. Arriba del todo, de suma elegancia, se posaba la estrella, acabada en blanco y dorado que daba un aire aún más nostálgico a aquella escena de la cena de Navidad.
No podía evitar llorar.
Las lágrimas se deslizaban por sus suaves mejillas, barriendo el maquillaje que cubría su tez.
Él nunca volvería.
No volvería a tomarla de la mano, ni la guiaría hasta colocarla debajo del muérdago, que caía desde el techo intencionadamente, para cazar en su trampa a los amantes, que nada podían hacer al verse bajo su magia.
No volvería a ponerle la mano sobre la cintura, ni posaría la otra sobre su cuello mientras le daba un cálido beso en esa noche tan fría.
Él nunca volvería, es cierto. Pero cuánto le gustaría que volviese.
Nada puede hacer ahora ella, más que recordar tiempos pasados, otros tiempos menos tristes.
Las Navidades que él convertía en Felices.
A pesar del dolor, eso le hace sonreír. Y en lo más profundo siente que vuelve a estar con él.

La Navidad es el tiempo más maravilloso del año. O por lo menos eso dicen.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Bienvenidos

Lo primero: Hola y, gracias por leer.
Este es un pequeño rincón donde me gustaría compartir mis ganas de escribir y de transmitir mis historias.
Escribiré de todo un poco y de los temas más variados, sobre todo relatos cortos.
También deciros que llevo un proyecto aparte, más íntimo, que constaría de una novela y de la que pronto os daré noticias.
Eso es todo,
Att//
MRV